La película está ambientada en 1958, y narra la historia de dos adolescentes, Meg (Blythe Auffarth) y Susan (Madeline Taylor) que, al perder a sus padres en un accidente, son enviados a vivir con sus tía Ruth (Blanche Baker), un psicópata sádico, y sus tres primos, Willie (Graham Patrick Martin), Ralphie (Austin Williams) y Donny (Benjamin Ross Kaplan). Está basada en la historia real del asesinato de Sylvia Marie Likens, que fue torturada hasta la muerte por Gertrude Baniszewski, sus hijos y varios niños del vecindario.
Aunque muchos vecinos admitieron haber oído gritos y lamentos procedientes de la casa de Baniszewski, no avisaron a la policía porque ellos consideraban que era mejor no entrometerse. Los médicos forenses describieron el caso como "el caso de abuso físico más terrible del estado de Indiana". Cuando se dio a conocer el caso de Sylvia Likens en EEUU, el país entero quedó horrorizado.
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